15.8.05

One step closer

Canción que evoca el desgarro, la soledad, un estado de ánimo, un momento crucial, la incertidumbre, el dolor, mirar a la vida cara a cara, la trascendencia de algo que es necesario, un futuro incierto, el desarraigo.

Me vienen imágenes de road movie, un carretera solitaria, infinita, perdiéndose en medio de la nada, rodeada de la nada, en un descapotable de los 60, bajo un sol que no conoce la piedad.

El atardecer persiguiendo al horizonte, sin tiempo ni destino, la noche, luces rojas titilantes a lo lejos, guiadas por almas desterradas, tragando líneas continuas y discontinuas, blancas, amarillas, señales olvidadas, cubiertas de polvo, alguna cabaña de madera desvencijada, consumiendo kilómetros, siempre hacia delante, con ganas de dejar todo atrás, tras un futuro que se escapa.

Y la incertidumbre.

Y la conciencia.

Y el silencio.
Y el miedo.
Y la duda.

Y yo.





One step closer - U2


I’m ‘round the corner from anything that’s real
I’m across the road from hope
I’m under a bridge in a rip tide
That’s taken everything I call my own

One step closer to knowing
One step closer to knowing

I’m on an island at a busy intersection
I can’t go forward, I can’t turn back
Can’t see the future
It’s getting away from me
I just watch the tail lights glowing

One step closer to knowing
One step closer to knowing
One step closer to knowing
Knowing, knowing

I’m hanging out to dry
With my old clothes
Finger still red with the prick of an old rose
Well the heart that hurts
Is a heart that beats
Can you hear the drummer slowing?

One step closer to knowing
One step closer to knowing
One step closer to knowing
To knowing, to knowing, to knowing


8.8.05

Un poco más

Nada. Nada de nada.

No podía escapar de los sentimientos que se clavaban en su corazón desde que hace dos inviernos dejara Amsterdam. Aquello fue una huída en toda regla, pero no tardó en darse cuenta de que es imposible huír de uno mismo.

Se miraba al espejo y veía su rostro transformarse día a día, adquiriendo facciones cada vez más inexpresivas, más insípidas, del que ya no quiere sufrir, arriesgar ni sentir, simplemente sumergirse en la rutina y sobrevivir. Sus ojos, otrora rebosantes de ilusión, se habían vuelto cristalinos, mudos. Su boca, siempre en cuarto creciente, yacía ahora en una eterna luna nueva. Demasiado dolor acumulado, demasiados intentos fracasados, demasiadas cicatrices mal curadas. El Sol y la sombra.

El timbre del teléfono la devolvió brúscamente a la realidad. Con paso nervioso salió del baño y atravesó el corto pasillo que la llevaba al comedor. Respiró hondo un par de veces, el teléfono no solía traer buenas nuevas, más bien todo lo contrario. Tras unos segundos se decidió a descolgar el auricular. Le costó un poco reconocer la voz:

-¿Laura? Laura, soy Luis.

Ladeó la cabeza hasta apoyarla en el hombro mientras posaba la mano sobre la frente.

Por fin, meses después, su boca volvía a dibujar una sonrisa.