26.7.05

semana pre-vacacional

Esta es mi última semana antes de unos dias de descanso que realmente necesito. No serán días de relax precisamente, pero me dedicaré a hacer cosas que quiero, un proyecto con ilusión un tanto desgastada, ilusión que necesita una reforma integral.

Hoy hemos puesto la primera piedra de algo que puede ser interesante y gratificante. La lucha será árdua y habrán muchos contratiempos, decepciones, momentos de desánimo. A pesar de todo, estoy seguro de que valdrá la pena. Preparémonos para lo peor y esperemos lo mejor.

Me siento un tanto cansado de esta lucha que dura meses ya. No soy de los que huyen, pero estoy harto de tanto revolcón, de plantar cara una y otra vez y salir siempre derrotado. A veces una retirada a tiempo es una victoria.

22.7.05

Mañana

Notaba cada una de sus costillas reposando en el rígido respaldo de su silla mientras apuraba lentamente su cigarrillo. Recostado, mal plegado, estaba seguro de que tantos años de mala postura no iban a tardar mucho tiempo en pasarle factura. La natación sólo sería una huída hacia adelante. De fondo oía las voces que vomitaba el televisor. Rara vez hacía caso de él, del "generador de basura" y "apalanador de encefalogramas", como solía llamarlo, pero su primera acción siempre, siempre que entraba en casa era "darle al on". Fría compañía, pero compañía al fin y al cabo.

El calor de julio le quitaba las ganas de todo y el cansancio ganado a pulso por meses de falta de sueño le abotargaba las meninges. La cerveza tampoco ayudaba mucho en su esfuerzo de aclarar pensamientos, sacar punta a sus ideas o enlazar, al menos, un par de razonamientos coherentes.

Nada. Rendido ante la evidencia, decidió pasar a la postura horizontal. Su resabiado jergón le recibió con una incómoda hospitalidad. Sobre su mesilla, el libro que empezó meses atrás le aguardaba con la desgastada esperanza del impenitente jugador de lotería, consciente de que hoy tampoco le tocaba. Lo miró de reojillo y pensó "mañana..."

Cerró los ojos y comenzó a vislumbrar los seres que habitan en el mágico territorio que se extiende desde la vigilia hasta el sueño, lejos de la jurisdicción de la policía del consciente, donde los amanuenses de la memoria todavía son capaces de registrar, en renglones imposibles, las andanzas de sus moradores.

Una noche más, empezó su viaje.

7.7.05

Recobrando fuerzas

Acaba ya este miércoles que marca el ecuador mi semana laboral. Hasta el día de hoy, mi estado de ánimo ha sido bastante aciago, cosa que me ha dado que pensar. He llegado a la conclusión de que los fines de semana, especialmente los sábados noche y los domingos tarde son últimamente un lastre cada vez más pesado del que cada vez me cuesta más recuperarme. Es curioso, lo que hace no mucho tiempo anhelaba durante toda la semana, ahora es un motivo de hundimiento anímico.

Y es que no me gustan mis fines de semana. Estoy un poco harto de estar siempre en los mismos sitios, de ver siempre las mismas caras, de consumir las horas en noches que no dejan más que una desasosegante sensación de fracaso. Y lo que menos me gusta es mi incapacidad para cambiar. Sé que no sería muy dificil, soy persona de buen conformar. No pretendo irme de excursión al Himalaya ni hacer una visita relámpago a la Nasa. Me contentaría con mucho menos. El caso es que sé lo que debería hacer, pero me falta la decisión para hacerlo. Y eso no hace más que recordarme lo limitado y cobarde que soy.

Tengo que empezar a tomar medidas drásticas.

6.7.05

De vuelta al refugio

Por fin me decido a añadir unas líneas en este lugar que cree para dejar cada día un poco de mí y en el que desde hace meses sólo me asomo por la ventana del fondo, la que da a la calle de la vida, del día a día, sin tiempo ni calma.

Vuelvo y veo lo abandonado que parece, como una casa años deshabitada. Tengo que armarme de disciplina y constancia, algo de lo que reconozco que no voy sobrado, para arrancar el polvo y las telarañas que lo han cubierto todo en estos meses. Probaré utilizando herramientas en las que no soy muy ducho: letras, palabras y alguna que otra idea.

Mañana, un poquito más.