25.2.05

Insultan nuestra inteligencia

No he podido evitarlo. El pasado domingo me subía por las paredes al oír las declaraciones de la retahíla de políticos de turno al conocer el resultado del referéndum. No me acostumbro a que después de unas votaciones todos ganan, ya ves tú. Lo que consiguió hacerme hervir la sangre fue la cara dura con la que algunos afirmaban que la participación había sido todo un éxito.

Hoy he revivido la sensación viendo "Caiga quien caiga". El "tímido" reportero le preguntaba a José Blanco:
-Qué me dice de la participación?
-Todo un éxito.
-¿me quiere decir que un 42% de participación es un éxito?
-Sí, sí, es un éxito...
-¿Me está diciendo en serio que realmente piensa que la participación ha sido un éxito?
-Sí, sí, en las últimas europeas...
En ese momento, el reportero, viendo que se estaba dando cabezazos contra un muro de hormigón, no ha podido más que decir:
-Vengaaa ¡deme un abrazo!

¡Qué bueno! No he podido evitar unas carcajadas, cargadas de indignación. Por lo menos alguien ha tenido el valor de reirse en su cara!

Humm, en una sociedad como esta, que dicen que es democrática, si en el gesto de máxima expresión de dicha democracia, bastante más de la mitad de los votantes deciden no hacer uso de su derecho, hay que pensar, cuanto menos, que algo no funciona bien.

Lo dicho, insultan nuestra inteligencia, creen que somos amebas, que pueden decir todas las barbaridades que quieran y ¡no pasa nada!. Si una pared tiene que ser blanca, será blanca, lo gritaremos todos a la vez y bien fuerte, aunque la pared pinte más oscura que el carbón. Y será blanca.

Pues oiga, pare el tren que con estos maquinistas (y aqui incluyo práctiamente a TODOS, de todos los colores, olores y sabores), yo me bajo. Bueno mire, mejor no pare, ya me tiro yo en marcha.

Lo malo es que de este tren no es tan fácil apearse.

PD: siento el cambio tan radical de tema en mi blog, pero ha sido superior a mis fuerzas.

23.2.05

Jorge me engañó

Jorge Drexler, en su canción "Mi guitarra y vos" dice que "uno sólo conserva lo que no amarra". Y yo le creí. Le creí, no la amarré y la perdí. Jorge, ya no me vuelvo a fiar de ti. Aunque... ¿de qué vale tener una persona amarrada a tu lado?. Vale Drexler, tú ganas.

Ahora suenan "Los Piratas". Recuerdo que la primera vez que los escuché fue en un anuncio de móviles, cantaban una versión de "My way". A los pocos días vi el video de "Promesas que no valen nada" y me empezaron a interesar, por lo que me hice con su, por entonces último disco "Fin de la primera parte". A los meses, el trabajo y el azar me dieron la oportunidad de verles en directo, en la feria de Almería. Y me engancharon. Lástima que el año pasado decidieran poner fin a su andadura.

M. M es una de sus canciones que más me gusta. Siempre me transmitió algo especial, quizá porque, en cierto modo, la identificaba con la historia que estaba viviendo. Hay canciones que se quedan enganchadas, pegadas a periodos de nuestra vida, experiencias, historias. Canciones que siempre nos recordarán algo, por muchos años que pasen. Para mí "M" es una de ellas.

Voy a escuchar un ratito más.

22.2.05

Café y agua con gas

Ayer la ví.
Era por la tarde, mientras tomaba café con unos amigos, hablando de nuestras cosillas, sin más pretensión que consumir agradablemente las horas, ella surgió con dos de sus amigas. Fue un encuentro inesperado, a traición y por la espalda. Me di cuenta de que el destino y la casualidad no entienden de juego limpio. Intenté mantener la calma y creo que lo conseguí, aunque no pude evitar cierto nerviosismo. Apenas duró un minuto. Un diálogo cordial pero acotado, recortado, casi formal.

Después empecé a temer las consecuencias del encuentro. No tenía la cabeza para muchos razonamientos así que decidí dejar pasar el tiempo y examinarme, ver qué pasaba. Esperaba la sensación, tan recurrente en los útimos días, de que un abismo se abría bajo mis pies. Tenía miedo de que el "¿y ahora qué?" volviera a atormentarme. Tenía miedo al siguiente despertar.

Es curioso, pero nada de eso llegó, al menos en la intensidad en que me lo había imaginado. Ahora me siento bien, me siento más fuerte y con ganas retomar el pulso de mis cosas. Pero no quiero confiar en estas sensaciones, he aprendido que el recuerdo y la melancolía te abordan sin motivo y cuando menos te lo esperas.

Hay que estar preparado.

19.2.05

Todo lo demás

...
-Pasé seis meses en la sala de psicóticos, en fin, unas vacaciones que no recuerdo con demasiada nostalgia.
-¿en serio?
-sí. Oye, tanquilízate ¿quieres?. No hace falta que huyas.
-Oh! no, no... no quiero decir que fueras violento ni nada de eso.
-Pues sí, sí que era violento, por eso te ponen la camisa de fuerza, por ser violento.
-¿Llevabas camisa de fuerza?
-Oye, que no voy a sacar un hacha y partirte la cabeza en dos, ¿sabes? no tengas miedo
-So... so... solo estoy sorprendido, nada más ¿Qué pasó? ¿Por qué estabas alli?
-Rompí con una chica y me enviaron a un psiquiatra... dijeron, dijo... en fin "¿Por qué está tan deprimido y ha hecho todo lo que ha hecho?" y yo dije "bueno, por que yo quería a esa chica y me dejó" y el dijo "bueno, pues tenemos que estudiar eso" y yo dije "no hay nada que estudiar, yo quería a esa chica y ella, y ella me dejó y el dijo "pues tenemos... en fin, ¿por qué es tan intenso? ¿por qué su sentimiento es tan intenso?" y yo "porque quiero a esa chica" y el dijo "bien, bien ¿y qué hay debajo de eso?" y yo dije "¡nada debajo de eso! quiero... en fin, quiero a la chica" y el dijo "pues tendré que darle medicación o algo" y yo "¡no quiero ninguna medicación! ¡quiero a la chica!" y el dijo "bien, por lo menos tenemos que trabajarlo" y en ese momento arranqué de cuajo el extintor de la pared y le aticé, le aticé en todo el cogote y al instante unos tíos de la compañía eléctrica me enchufaron unas pinzas de batería en la cabeza y lo demás...

Prestado de la película "Todo lo demás" de Woody Allen.

Woody, gracias por recordarme una vez más lo bueno que es reirse de uno mismo ;)

18.2.05

disrupción neuronal

-¡No veo nada!¡Enciende, enciende la luz, corre!
-Pero... ¿que coño pasa?
-No sé, creo que todo ha sido un sueño, pensaba que...
-Jo, menudo susto me has dado. No me vuelvas a hacer esto mientras manipulamos el Straken, eh?
-Vale, vale, pero es que...
-Nada, nada de peros. ¡Que no se vuelva a repetir!
-Entendido.
...
click! click!
-Pero hombre! que haces ahora?
-¡Pues encender un curtiapón! ya sabes que me gusta fumar después de...
-¿Después de qué? ¡pero si no hemos hecho nada!
-No? yo creía que... en fin, déjalo
-Menudo dia me estás dando!
-Eh! para para... el que me está dando el día eres tú.
-Yo???? pero si soy un bendito!
-En fin... ¿me lo fumo o no me lo fumo?
-Sólo si prometes no hacer lo de las avispas otra vez.
-Ah! entonces paso!
-Pasa, pues.
-Pues paso.
-Pasa, pasa, ya te he dicho que pases!
-Pues paso! Hasta mañana!


Nota del autor: Hay días en los que es mejor quedarse en la cama ;)

16.2.05

Cuando menos te lo esperas

Confieso con pesar que el exorcismo que he practicado esta mañana no ha tenido ningún efecto. He seguido las instrucciones al pie de la letra: una uña de mis blogs favoritos, tres gotillas del elixir "bromea con tus compis" y un caldero lleno de trabajo donde zambullirme. ¡Qué raro!, tenía la sensación de que algo se me olvidaba, de que me dejaba algo, como cuando sales a toda prisa de casa porque llegas con el tiempo justo a una entrevista de trabajo. El caso es que me he quedado con el reconcome de que algo no había ido bien.
En apariencia, había conseguido acabar con Casper, no sentía ni rastro de él, así que me he dicho "bueno, olvídate y a currar que hay mucho tajo". ¡Ay pobre de mí!, ¡ay infelice!. No sólo estaba vivito y coleando, sino que además había ido a por sus primos, el de Zumosol y el de Cuenca.

A las horas me he dado cuenta de algo no iba bien, por lo que he mirado con cierto susto dentro de mi cuarto y hummm, no he visto nada. No le des más importancia -he pensado-, así que no le he dado más importancia. Pero ya estaban ahí. Los malditos echaban mano de las tácticas más antiguas del camuflage, las que nunca fallan, esto es: el silbido, las gafas con nariz y bigote de expresidente y el periódico con agujeros para mirar. Sigilosos, se han ido acercando poco a poco y más y más. Cuando por fin los he descubierto sólo podía correr. Y he corrido y corrido y corrido más, pero ellos eran rápidos y no se cansaban (¡eran fantasmas!). He corrido tanto que he llegado hasta aquí. Ya estaba exhausto, ellos me me tenían acorralado y justo en el instante en que iba a rendirme, a bajar los brazos y abandonarme, cuando menos me lo esperaba, de la casa de color azul que huele a café y generosidad, de la que abre una ventana de sol una vez al día, ha aparecido una Hechicera, con un conjuro mágico que los ha hecho desaparecer, por lo menos hasta mañana.

Y yo me he comenzado a escribir.

PD: Hoy estoy muy muy cansado. La causa, aparte de la lucha con mis ectoplasmas es que últimamente me roba las horas de sueño un libro inacabado en el que cada dia se añaden millones de páginas, algunas de ellas deliciosas, que merecen la pena de verdad. Y en el que ¡hasta me dejan escribir a mi!

15.2.05

Casper

Esta noche he tenido un sueño. Parece que uno de los fantasmas de los que me visitaron anoche, se quedó agazapado detrás de la puerta del armario y se ha colado en mi noche sin pedirme permiso (definitivamente, los fantasmas son gente maleducada). Además no ha sido un sueño de los de principio o mitad de noche, de los que sólo te deja alguna imagen inconexa e intentas reconstruir hasta que te das por vencido sin resultado alguno. Este ha sido un sueño de los de última hora, de los que interrumpe el pitido del despertador y te despierta con la sensación de haberlo vivido.

Yo caminaba por una calle estrecha, cerca de un parque del sitio donde vivo. Ella aparecía recostada en un banco de medio lado, sobre su costado izquierdo. Yo me tumbaba en el banco y la abrazaba, paseando mis manos por su espalda, mientras notaba sus manos por la mía y esa inigualable sensación de ser sólo uno. De repente yo la apartaba y me incorporaba, quedándome sentado en un borde del banco, apoyando mis codos en mis rodillas y mi cara en la palma de mis manos y le decía que no, que no podía ser, que no quería equivocarme otra vez. Pero ella no hablaba, sólo pasaba su mano por mi espalda hasta hacerme ver que no podía negarme y nos volvíamos a abrazar. Me he despertado con la sensación de que volvía a perderla una vez más.

Mientras conducía hacia el trabajo miraba de reojillo y lo veía ahí sentado, traslúcido y socarrón, como la mayoría de fantasmas. No contento con lo que ya había conseguido, ha empezado a pulsar resortes de mi parte más negativa y lo peor es que que casi estaba consiguiendo hacerlos saltar!. Me refiero a los resortes del tipo "la culpa fue suya", "qué egoista fue", "no fue sincera del todo" y otras bajezas de ese estilo. Menos mal que siempre tengo a mano la maza "antirresortes" y todo ha quedado en un pequeño susto.

Cuando he llegado aquí he visto que necesitaba contar todo esto y me he venido a este rincón que últimamente me da tantas satisfacciones.

Aún creo que el "Casper" este cabrón sigue rondándo por aquí. Voy a tratar de exorcizarlo con paciencia, un poquito de incienso y algún blog que estoy deseando leer.

Hasta luego!

Doisneau, mon amour

Esta noche, mientras vaciaba el plato repasando en mi cabeza todas las cosas que tengo pendientes, de repente, sin avisar, como la visita de un pariente indeseado, ha aparecido ahí, llenando toda la pantalla. ¡La foto!. Me refiero al beso frente al ayuntamiento de París, de Doisneau. Era su foto preferida.

Parece que mis fantasmas lanzaban sus lazos con intención de atraparme, de recortar la distancia que les había ganado estos días. Pero mentiría si dijera que mi corazón se ha estremecido. Más bien ha sido un pequeño temblor, de grado cuatro más o menos, de esos que los notas, pero que lo único que provocan es un ligero bamboleo de las lámparas. No, no se ha caído ningún mueble, todos seguían en su sitio.

No sé si ha sido por instinto de autodestrucción, por masoquismo, por enfrentarme a mis miedos o simplemente por recordar tiempos mejores, pero no he podido evitar acudir a Google, saludándome una vez más con su corazón de rosas, y buscar la foto. Y la he encontrado (¡nada de heróico hay en ello!). La he encontrado y la he mirado y me he sumergido en ella y la he disfrutado . Y he visto que lo que más me susurraba era la mano de la amante. Me he convencido de que el gesto de su mano inerte transmitía la sinceridad del abandono absoluto a la felicidad que sentía en ese momento. Y me he alegrado de que el fotógrafo pasara por allí.

Siento que tengo mucho que añorar y mucho que vivir. Y debo empezar a elegir.

PD: Mis disculpas a los enamorados, pero ¡uf, por fin es dia 15!

14.2.05

Cuídate

-Cuídate, cuídate mucho.

Así se despedía ella en las conversaciones que tuvimos tras decidir "dejarlo por un tiempo". Ahora ya no era el tan manido, pero tan esperado y gratificante "Un beso". Ahora era "Cuídate".
Y lo cierto es que lo intenté, intenté hacerle caso, cuidarme, intentar estar mejor, estar bien. Pero no pude porque me faltaba su medicina.

Cuídate. Cuídate suena a despedida dolorosa, a alguien que se va y que sabes que su marcha te va a remover el alma, que va a dejar un vacío que nunca volverá a llenarse del todo, que te arranca un trocito de tí para siempre, que deseas que vuelva cuanto antes, pero la razón te dice que no va a ser así.
No, no me gustan los "cuidatés".

Así que ahora me he abonado a los "adioses", "hasta prontos" y los mejores: los "hasta luegos". Los "hasta luegos " son los de los amigos de verdad, de los que se toman un café contigo cuando lo necesitas, con los que puedes filosofar hasta desbarrar al calor de un "pedete lúcido" sin hacer caso del reloj.

Y tengo que buscar uno que me falta, el "hasta mañana" antes de apagar la luz, escuchando la respiración de la persona que realmente crea que merezco la pena.

Espero que nunca nadie más me diga "cuídate".

PD: Buenooo, quizá mi médico.... ;)

12.2.05

Un palmo de ventaja

Esta mañana, de camino al trabajo, como siempre con el tiempo justo, un coche me ha cedido el paso en un estrecho. Luego, en el ascensor, hasta tres personas que iban entrando me han advertido que tenía un cordón desabrochado, que tuviera cuidado no me fuera a caer. Es una tontería, lo sé, pero estas pequeñas cosas me hacen reconciliarme con el mundo, pensar que no todo es malo, que aún hay esperanza (¿ya he dicho que soy un iluso?). Así ha empezado mi dia.
Por la tarde el móvil ha empezado a sonar. Era ella.
Hablar con ella siempre es un bálsamo, una pócima que me consuela y cuyo efecto dura unas horas e incluso unos días. Luego, poco a poco va dejando paso al escozor, al desasoseigo que me recuerda que la he vuelto a perder. Pero esta vez no va a ser así. No va a ser así porque el lunes pasado supe que la había perdido para siempre.
Esta noche tenía planes para ir al cine con unos buenos amigos, pero al final hemos tenido que aplazarlo. Y me he venido a este rincón, a hurgar en mis sentimientos y a buscar consuelo en los de otros moradores de este territorio.

Tristeza, aún puedes tocarme, pero hoy te he sacado un palmo de ventaja.

11.2.05

No ha sido un mal día

Hoy ha sido un día intenso. No ha empezado mal, pero poco a poco me ha ido atrapando la tristeza que me abraza desde el día en que dejé de disfrutar con ella. De vuelta a casa, después del trabajo, mi cabeza no ha dejado de bullir. ¡Hay que ver para lo que dá una hora de coche!. Todas las palabras nunca dichas, los deseos controlados, los miedos y las ilusiones luchando encarnizadamente. Arrebatos de TRISTEZA, con mayúsculas, en estado puro. Sabes reconocerla cuando te atrapa. Tristeza de la que se te atasca en la garganta, de la que no te deja respirar, de la que sólo te produce ganas de llorar. Tristeza por todo lo perdido. Pero sin rencor. Sin rencor, sin cuentas pendientes y con muchas dosis de agradecimiento y por eso, más intensa todavía.
Cuando he llegado me sentía mentalmente agotado, casi al borde del colapso.
La tarde ha ido mejor. He podido "vaciarme" con un buen amigo y un no tan buen café y me he reencontrado un poco. Gracias.
Ahora sólo estoy cansado. Cansado pero no rendido.

Sigo caminando, que no es poco.

9.2.05

Un pequeño paso

No sé muy bien cómo enfrentarme a esta terrible página en blanco, no sé muy bien por qué hago esto, ni sé dónde me llevará esta andadura, pero sé que necesito expresar, explusar, gritar y en ocasiones vomitar las cosas que me brotan de dentro, aunque nadie las oiga, aunque sólo sean para mí, así que sólo voy a hacer caso aquel dicho... "todo largo camino empieza con un pequeño paso."

Comienzo a caminar.